REFLEXIÓN
Los niños
no son los objetos de la casa, son seres indefensos a los cuales debes de
formar para que en un futuro se desenvuelva en la sociedad enfrentando cada una
de las situaciones difíciles que se les presente.
Ellos
no son piedras, son seres humanos que sienten dolor, tristeza, que lloran en
silencio y que le duelen las palabras mal dichas.
La corrección
de los hijos no se hace a los golpes ni mucho menos a los gritos, no obstante
es necesario castigarlos pero siempre de manera ejemplar, asumiendo una
autoridad con sentido donde se entienda el porqué del castigo y no que este sea
sin razones.
Porque
vivir quejándonos de un mundo que nosotros mismos estamos destruyendo, los
niños son el futuro y al paso que vamos este no será muy alentador.
Aprendamos
a educar, aprende a reprender y entiende que el amor es algo que jamás puede
faltar a pesar de las adversidades cuida tus hijos, protégelos y enséñales que
los castigos son lecciones.